Un podólogo desvela el secreto CRISTIANO RONALDO


El podólogo murciano Antonio Capel Riera acaba de cumplir 60 años y lleva la mitad de su vida estudiando y solucionando problemas que afectan al pie. Entre su clientela figuran muchos deportistas, entre ellos los futbolistas del Real Murcia y hasta hace unos años también los de ElPozo. La curiosidad le ha llevado a intentar desentrañar los detalles del endiablado golpeo del balón de Cristiano Ronaldo en el lanzamiento de las faltas.
«Ronaldo se aprovecha de que tiene una gran pegada, igual que otros muchos, pero la diferencia es que él sabe dónde tiene que darle al balón. Busca las leyes físicas. Lo hace en la zona más compacta, que es donde se encuentra la válvula para insuflarle aire. La pelota ya sale despedida con más fuerza y como esa válvula, que es el centro de gravedad, está ladeada, cuando adquiere una gran velocidad la resistencia del aire provoca esa especie de vaivenes o culebrinas que despistan a los porteros».
Capel matiza, ya en plan científico, que «es la tercera ley de Newton, que conocemos como principio de acción y reacción, por la que si un cuerpo 'A' ejerce una acción sobre otro cuerpo 'B', éste realiza sobre el 'A' otra acción igual y de sentido contrario, que no se anulan entre sí puesto que actúan sobre cuerpos distintos. Ronaldo coloca el balón buscando la válvula, mira la distancia y da tres o cuatro pasos para atrás según la distancia. Luego golpea en el punto que él quiere para que actúe ese efecto aerodinámico. Por eso siempre busca huecos abiertos por arriba, nunca tira contra la barrera, porque cuando coge velocidad es cuando se produce ese efecto aerodinámico».
Además de ensayar el golpeo de balón, el futbolista también tiene que cuidar con mimo sus pies, una extremidad que para Antonio Capel es «la obra más perfecta de la arquitectura. Los ingenieros y los arquitectos admiran esos 26 huesos que lo componen y que nos diferencian del resto de los seres vivos. El pie es lo que sustenta, acelera, frena y gira».
Y para los futbolistas «es su herramienta de trabajo. Sufren artrosis, callosidades, rozadoras, ampollas, que hay que drenar después de cada partido, hematomas debajo de las uñas. Los pisotones en un partido de fútbol duelen muchísimo, sobre todo si te pillan en un callo del dedo pequeño. Por cierto, que quienes más los sufren son los porteros. Se ensañan con ellos en los córners. El cuidado de las uñas, por otra parte, es fundamental porque protegen los dedos y hay que reconducir su crecimiento para que no provoquen heridas».
Por cierto, que los primeros futbolistas que trató Capel como podólogo fueron los del Real Madrid. «Era la época de la 'Quinta del Buitre', yo acababa de terminar la carrera de podólogo en Madrid y me cogió como ayudante el profesor Álvarez, que entre sus pacientes estaban la Casa Real y el Real Madrid»