Como protejer los pies en verano.
Con la llegada del calor y el buen tiempo las sandalias se convierten, por lo general, en el calzado más usado aunque, según los podólogos, no siempre se cumplen los requisitos imprescindibles antes de calzárselas para evitar problemas posteriores con los pies. Algunas personas que usan sandalias señalaron que emplean este calzado porque están "más frescos" y "cómodos".
"A la hora de coger el calzado del año anterior es importante, si es de piel, que debería serlo, darle una capita de crema por dentro para que los forros que se han quedado duros y secos no agredan al pie", explicó a Europa Press Televisión el podólogo Óliver Regueiro. Este especialista recomendó hidratar el calzado por dentro, además de usarlo antes en casa. "Hay que probarlos en casa ante de salir a andar cuatro horas con ellos, que es donde se encuentra el conflicto", advirtió.
En este sentido, Regueiro apuntó que las heridas y ampollas son los daños más frecuentes que presentan los pacientes cuando acuden a su consulta, tras estrenar el calzado veraniego. "En dos días de uso se va a normalizar pero es bueno proteger con tiritas o algún apósito especial esas zonas de máximo roce, que es donde vamos a tener más problemas a largo plazo", recomendó.
PROBLEMAS HABITUALES
Este podólogo de Santiago de Compostela explicó que los problemas en los pies suelen ser continuos todo el año y enumeró como, los más habituales, los callos, las durezas, y problemas con el tipo de pie con el apoyo. Además, con respecto a la época estival, en concreto, apuntó las infecciones que se cogen en piscinas, vestuarios, colegios o balnearios."Tenemos infecciones por hongos, papilomas y problemas con las uñas también", comentó. Este podólogo explicó que hay personas que realizan una puesta al día de estas extremidades aunque no presenten ningún problema particular. "Las mujeres vienen mucho antes de ir a probarse las sandalias porque quieren quitarse todas las durezas que, de estar dentro del calzado, se van produciendo", aseveró.
CONSEJOS
La utilización de calzado fresco y cómodo como las sandalias benefician a los pies. "El verano es una época de liberación para los pies, salen del calzado y los problemas de sudoración se normalizan mucho, y las durezas, excepto las de los talones que al andar descalzos hay más sequedad, van a menos", señaló Regueiro.
Así, este especialista aconsejó a las personas que no padezcan ningún problema particular en estas extremidades que, en la medida de lo posible, caminen descalzos por la playa y disfruten de baños de agua salada "que favorecen mucho la circulación y la eliminación de durezas", indicó.
Una vez que se presente algún problema en los pies, lo "ideal", según este podólogo, es acudir a un especialista donde se le realizará una limpieza quirúrgica para normalizar, y se le harán unas curas "para que la piel se epitelice de nuevo". "Son problemas que, a lo mejor, en una semana con dos sesiones dejamos resueltos", subrayó.
Asimismo, recordó que cuando grupos numerosos, sobre todo de escolares, acuden a piscinas "es fácil que uno tenga algo". Al respecto, comentó que los microorganismos "no soportan" la limpieza diaria de estas instalaciones, así que, al día siguiente, recalcó que nadie se va a contagiar "pero en el mismo día sí".
Por ello, destacó la importancia del uso de las chanclas en este tipo de instalaciones, así como la limpieza posterior al haber estado allí. "Hay que lavarse muy bien los pliegues interdigitales y, si tienes alguna heridita, con jabón", concluyó.
Europa Press