Calzado para andar por casa






Todos en casa no solemos calzarnos bien. Por costumbre, tal y como explica el podólogo Enric Giralt, cuando llegamos a nuestra casa nos quitamos los zapatos y nos ponemos algo más cómodo. Pero en la mayoría de casos nos ponemos unas zapatillas anchas que no suelen ir sujetas al pie, lo que constituye un gran error.

Características de un buen calzado de casa

El calzado que se emplee cuando estemos en casa debe ser cómodo y debe ir sujeto al pie de la persona. De lo contrario, cuando la zapatilla nos va grande, agarrotamos los dedos para sujetar el zapato. Esto provoca presiones incorrectas a nivel de la parte delantera de los dedos que favorece la aparición de callos, durícias y dolores de pies. También pueden aparecer juanetes, motivo por el cual la persona deberá acudir al podólogo para que determine si es un problema de origen genético o bien se debe a una alteración biomecánica del pie. No debemos olvidar que muchas veces un dolor de espalda puede venir producido por una mala posición del pie, que repercute en la rodilla, cadera y asciende hasta la columna vertebral.

Soportes plantares, también en casa

Las personas que durante el día necesitan llevar soportes plantares también deben utilizarlos en casa. La zapatilla del hogar debe poder adaptarse a estas plantillas, que deben seguir quedando sujetas al pie.

Calcetines para andar por casa

Muchas personas han adquirido el hábito de llevar calcetines gruesos para andar por casa sin zapatos, algo que resulta contraproducente para la persona. Si se hace durante un par de horas antes de ir a la cama no pasa nada, pero si se va a estar deambulando y realizando actividades de esta manera, puede ser peligroso. Los calcetines hacen trabajar al pie en condiciones inadecuadas porque no va sujeto y le hace perder la estabilidad.
Fuente: vivirmejor Autor: Enric Giralt